Fiesta de la Sagrada Familia en la Catedral Compostelana

El arzobispo de Santiago, mons. Julián Barrio, presidió este jueves 29 de diciembre la eucaristía en la solemnidad de la Sagrada Familia. Una celebración especialmente emotiva en la que seis matrimonios de la diócesis renovaron sus promesas matrimoniales con motivo de sus bodas de oro y otro matrimonio sus bodas de plata.

Como corresponde cada Año Santo, la invocación al Apóstol Santiago corrió a cargo de los delegados de Pastoral Familiar. En su alocución le pidieron fe para acoger como hermanos a los empobrecidos, en especial a los migrantes y para ser sembradores de paz en todos los ámbitos de la vida, en especial en el familiar.

Respondió Mons. Julián Barrio con una homilía en la que propuso a la Sagrada Familia como modelo para todas las familias. En este sentido aseguró que “ser familia y actuar en familia implica gestar día a día la acogida en la convivencia, abrir las puertas al perdón y a la reconciliación y dignificar la vida, caminando hacia la santidad”.

El arzobispo señaló que “la vida familiar con sus alegrías y sufrimientos, sus sorpresas y rutinas, está bendecida por Dios”. Y añadió que “los miembros de la familia han de revestirse de misericordia, bondad, humildad, dulzura, paciencia y comprensión. Con amor, cercanía y fe se obtienen buenos frutos. La felicidad depende del amor que fundamenta la vida. El camino no es otro que el del amor guiado por la razón y al servicio del bien”.

Renovación de las promesas matrimoniales

Tras la homilía, renovaron sus promesas seis matrimonios que este año cumplieron las bodas de oro y uno las bodas de plata. Mons. Barrio los bendijo y dio gracias a Dios por esos matrimonios, “imagen de la unión de Cristo con su Iglesia”.

Para inmortalizar el momento, la delegación de Pastoral Familiar les regaló un “certificado” en el que se pide para ellos la intercesión del Apóstol Santiago y la protección de la Virgen María. También un ramo de flores.

Como colofón, los asistentes pudieron disfrutar del espectáculo siempre impresionante del botafumeiro, que incensó la catedral mientras el órgano interpretaba el solemne himno al Apóstol. La música corrió en esta ocasión a cargo del coro de la parroquia de Santa Uxía de Ribeira.

Concelebraron el obispo auxiliar de Santiago, mons. Francisco José Prieto Fernández y el obispo de Burgos, mons. Mario Iceta.

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