El arzobispo de Santiago, mons. Julián Barrio Barrio, presidió este domingo en la catedral compostelana, llena de fieles, la tradicional eucaristía en la fiesta de la Sagrada Familia. La ofrenda al Apóstol Santiago corrió a cargo de los nuevos delegados de Pastoral Familiar, que destacaron el momento que vive la Iglesia, en un doble Año Santo y un Año de la Familia Amoris laetitia.

En su respuesta el arzobispo compostelano hizo hincapié en la importancia de la familia como “la primera y mejor escuela de la educación total en el ámbito personal, religioso y social. La familia es donde se aprende la aceptación mutua, el diálogo, el contraste de parecer, el respeto, el amor a lo trascendente, el sentido del divino, la medida sin tino de la generosidad”.

Bodas de oro

El momento más emotivo de la eucaristía fue la bendición especial que mons. Julián Barrio impartió la María Jesús y José, un matrimonio con cinco hijos y doce nietos que este año cumplió las bodas de oro y a los que el arzobispo les deseó cumplan las bodas de diamante. D. Julian tuvo palabras cariñosas para ellos, les agradeció el ejemplo, los felicitó por los cincuenta años de vida compartida y los presentó como imagen del amor de Cristo por la Iglesia. Sois, dijo mons. Barrio, “la prueba de que el amor, si se cuida a diario, dura para siempre jamás”.

La música corrió a cargo de un coro infantil interparroquial integrado por menos de las parroquias de Santa Eulalia de Arealonga (Vilagarcía de Arousa), San Pedro de Cornazo y San Vicente de Los Groves (O Grove).
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